Desarrollan sustituto saludable de las papas fritas

Este innovador producto fue desarrollado a partir de papas y descartes de arroz nacional, caracterizándose por absorber mucho menos aceite que las papas fritas convencionales.

Los malos hábitos de alimentación representan una problemática significativa en Chile.

Según un estudio de la Federación Mundial de la Obesidad, Chile tiene la mayor tasa de obesidad en Sudamérica, con un 43% de adultos afectados.

En este contexto, expertos de la Universidad de Santiago de Chile (USACH), con el apoyo de la Fundacion para la Innovación Agraria (FIA) impulsaron un proyecto para desarrollar una alternativa similar a la papa frita, pero más saludable, elaborada con cereales y tubérculos.

El equipo de investigación de esta iniciativa fue Laura Almendares Calderón, académica del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Santiago de Chile, quien explica que debido al escenario actual que vive Chile en términos de obesidad, se tuvo el interés de poder aportar con la creación de un producto sano y nutritivo.

Este producto se destaca por absorber una menor cantidad de aceite y no formar acrilamida al freírse rápidamente. Este compuesto se considera cancerígeno y se produce generalmente en la preparación de papas fritas. Desde el punto de vista técnico, según Laura Almendares Calderón, académica del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Santiago de Chile, explica que:

“Las papas tradicionales, medidas por nuestro laboratorio, absorben un 35-40% dependiendo el tiempo que esté en la fritura, y esta papa, absorbe un 7% de aceite".

Además, su proceso de fabricación mediante extrusión permite agregar colorantes, saborizantes y cambiar su apariencia, todo en un tiempo de cocción muy reducido.

El proyecto de creación de estas papas saludables duró aproximadamente tres años. Durante ese tiempo, los investigadores trabajaron intensamente para perfeccionar la fórmula, logrando un equilibrio entre innovación tecnológica y aceptación sensorial, de modo que el producto final fuera similar en sabor y forma a las papas tradicionales.

El producto se hizo con papas nacionales y descartes de arroz de producción local, promoviendo además el uso de ingredientes nacionales y presentándose como una oportunidad de negocio para agricultores chilenos.

Adicionalmente, la experta de la Universidad de Chile, destaca se realizaron distintos estudios a nivel general para evaluar la aceptación del producto final: 

“Se hicieron algunos focus groups, que se incluyeron porque el estudio contemplaba un estudio de mercadony se hicieron evaluaciones a nivel de restaurante y de colegio. La aceptación fue positiva, más todavía el hecho de que cuando uno da el valor e informa la diferencia, en general los jóvenes tienen la conciencia de preferir productos que le hagan mejor para su salud”.

Sin embargo, a pesar de contar con patentes en Chile y en otros países, la comercialización de estas papas en el mercado chileno aún no se ha logrado concretar. Se considera que esto se debe, en parte, a las dinámicas del mercado y la competencia con la industria de papas convencional en Chile.

La experta concluye mencionando que:

“No es fácil escalar, pero nosotros no perdemos la esperanza de que podamos introducir este producto al mercado nacional. Nosotros trabajamos con la agrupación de los paperos, y ellos estaban dispuestos a entregar y hacer un convenio para sustentar este proyecto y ese sería el gran cambio. Esta papa sería con producto nacional y llegaría en forma beneficiosa a la población con una menor absorción de aceite”.

Este avance en la creación de snacks más saludables promueve opciones que sean nutritivas, seguras y cercanas a los gustos tradicionales.