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Por Agustín de Vicente , 29 de mayo de 2025 | 13:48

Conoce al asesino silencioso del riego por goteo: ¿lo estás ignorando?

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La falta de mantenimiento deteriora el rendimiento del sistema de riego por goteo y reduce los rendimientos.

En el mundo de la agricultura moderna, el riego por goteo ofrece una de las formas más eficientes de gestionar el uso del agua y los nutrientes, garantiza una notable consistencia en los rendimientos y permite cultivar incluso en las regiones más afectadas por el estrés hídrico.

Sin embargo, en campos y cultivos de todo el mundo, se está gestando un problema silencioso —a menudo invisible hasta que ya es demasiado tarde—. Los sistemas dejan de funcionar, la presión se vuelve irregular, el caudal de los emisores disminuye y aparece variabilidad en los cultivos. Ese asesino silencioso tiene un nombre: el mantenimiento deficiente.

“A veces, son los detalles que se pasan por alto los que terminan afectando la eficiencia de un sistema de riego. La evidencia técnica y los datos de campo lo demuestran: el mantenimiento no debe verse como una carga, sino como una forma inteligente de proteger y optimizar la inversión realizada”, afirma Germán González, Gerente General Regional de Rivulis para América del Sur y Centroamérica.

Beneficios de un mantenimiento eficiente 

El lado positivo es el impacto del buen mantenimiento. Un estudio a largo plazo de la Universidad Estatal de Kansas demostró que los sistemas de goteo con mantenimiento constante mantuvieron un flujo y una uniformidad estables durante más de 27 temporadas (exactamente 26,5 años en este estudio), mientras que los que no se mantuvieron sufrieron una degradación significativa en su rendimiento.

Los Nueve Grandes: 9 Prácticas clave de mantenimiento para que los sistemas funcionen correctamente

Basado en años de experiencia en campo, auditorías de sistemas y retroalimentación de agricultores, Rivulis ha identificado nueve puntos críticos donde el mantenimiento marca la mayor diferencia:

  1. Filtración: Una mala filtración obstruye emisores y reduce la vida del sistema. Todos los tipos de filtro requieren mantenimiento regular. Incluso una pequeña desviación en la presión diferencial a través del filtro puede indicar una falla en desarrollo que puede no detectarse hasta que el cultivo se vea afectado.
     
  2. Presión de operación: Un pequeño cambio en la presión puede afectar drásticamente el desempeño de los emisores. Cambios en la presión pueden indicar obstrucciones o intrusión de raíces si la presión aumenta, o fugas si la presión disminuye.
     
  3. Monitoreo de caudal: Sin monitoreo de caudal, los problemas pasan desapercibidos. Menor flujo implica riego insuficiente; mayor flujo, posibles fugas.
     
  4. Lavado: Algunos residuos como Limo y algas se acumulan si no se lavan las líneas con la velocidad adecuada. No basta con abrirlas: se necesita al menos 0.5 m/s en los ramales principales y 0.3 m/s en laterales.
     
  5. Tratamiento químico: El tratamiento químico previene obstrucciones por sólidos y materia orgánica. Se utilizan dos tipos principales: ácido para disolver sedimentos y oxidante (cloro/peróxido) para eliminar materia orgánica, hierro, manganeso y bacterias. Debe realizarse con cuidado, siguiendo las instrucciones de seguridad y considerando la sensibilidad de los materiales.
     
  6. Prevención de fugas y obstrucciones: La medición de presión y caudal revela problemas después de que han ocurrido. Lo ideal es implementar medidas preventivas para reducir la probabilidad de fugas y obstrucciones desde el inicio. El mantenimiento debe incluir: prevención de intrusión de raíces, evitar ingreso de partículas de suelo al apagar el sistema y prevenir precipitaciones por sales disueltas.
     
  7. Manejo de fertirrigación: El uso de fertilizantes no solubles, incompatibles o con mal cronograma de inyección, es una causa común de daños en emisores.
     
  8. Mantenimiento de la bomba y fuente de agua: La calidad del agua y la bomba definen todo lo que sigue. Los reservorios abiertos requieren control de algas y sedimentos. Las bombas deben revisarse y mantenerse regularmente.
     
  9. Manejo de salinidad: La sal no desaparece. Se acumula con cada riego. Agregar fertilizantes puede incrementar aún más la salinidad.

La sal en exceso debe eliminarse de la zona radicular antes de que alcance un nivel que afecte seriamente el rendimiento. Afortunadamente, existen muchas técnicas de lixiviación de sales, que incluyen desde la consideración del lugar donde se colocan las líneas laterales hasta el momento y duración del riego.

Finalmente, el especialista afirma que el mantenimiento no es un costo — es protección. Los sistemas de riego por goteo solo rinden bien si se les da atención tras la instalación. Lo que más deteriora su rendimiento no es el paso del tiempo, sino la falta de atención.

“A menudo, es en los pequeños detalles donde se juega la diferencia entre un sistema eficiente y uno que pierde precisión. La información técnica lo respalda: el mantenimiento es una práctica estratégica para preservar el rendimiento del riego”, concluye González.


 

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