Guía esencial para el cuidado de tus suculentas

Este tipo de planta es preferida por muchas personas por su tamaño adaptable a todo tipo de espacios, pero ¿sabes cómo cuidarlas de forma óptima? Aquí te lo explicamos.

Las suculentas se han convertido en las favoritas de muchos amantes de las plantas gracias a su belleza y facilidad de cuidado. Si deseas que tus suculentas luzcan radiantes y saludables, aquí te dejamos una guía práctica con los cuidados esenciales que requieren.

En primer lugar, el riego es un aspecto crucial en el cuidado de las suculentas. Debes regarlas cada 10 a 15 días, pero lo más importante es esperar a que la tierra esté completamente seca antes de volver a hacerlo. Esto evita el exceso de humedad, que es la principal causa de problemas en estas plantas.

Por otro lado la iluminación es otro aspecto relevante, ya que debes considerar que las suculentas son amantes de la luz. Colócalas cerca de una ventana donde puedan recibir al menos 6 horas de luz solar al día. Una buena iluminación favorecerá su crecimiento y ayudará a mantener su color y forma vibrante. Ten en cuenta que si notas que tu suculenta se "desmaya" o se estira, es posible que necesite más luz, pero si se está quemando, colócala en un lugar donde no le dé el sol directo.

Adicionalmente, elegir una buena maceta para tus suculentas, es fundamental optar por una que tenga un buen drenaje. Esto evitará que el agua se acumule en el fondo, lo que podría causar el deterioro de las raíces. Las macetas de barro o con agujeros de drenaje son ideales para mantener el equilibrio adecuado de humedad.

Además, cada 4 meses, es recomendable abonar tus suculentas. El hummus de gusano es una excelente opción, ya que proporciona nutrientes naturales sin el riesgo de sobrealimentación. Al hacer este pequeño esfuerzo, ayudarás a que tus plantas crezcan fuertes y robustas.

Finalmente, si buscas suculentas que prosperen en interiores y tengan mayor durabilidad, te aconsejamos optar por aquellas de color verde y de crecimiento lento. Estas variedades suelen adaptarse mejor a las condiciones interiores y requieren menos mantenimiento.